En Argentina, las celebraciones empiezan este sábado 8 de abril, con eventos, cenas-maridaje, degustaciones, ofertas y demás.  

En el Perú, WOFA decidió adelantar la fiesta y este jueves 6 de abril, en gran gesto descentralista, organiza una cena maridaje en las señoriales instalaciones del Hotel Libertador Arequipa, una preciosa locación para una cepa que, cuando es tratada con cariño y respeto por el terruño, produce unos vinos nobles, generosos, aterciopelados, grandiosos.

Los responsables de hacer que esta experiencia inédita sea inolvidable, son el cocinero peruano Eduardo Sernaqué y Andrea Bruno, una sommelier argentina instalada hace varios años en el sur del Perú, quienes han elegido los siguientes platos y vinos:

El escribano de bienvenida será maridado con un espumante Extra Brut de la bodega Navarro Correas. La ocopa de lapas tendrá dos opciones de maridaje, un Nuri Rosado de Alfredo Roca, y un Malbec Rosé 2015 de la bodega Álamos. Para el rocoto relleno de rabo de res también se han seleccionado dos vinos, el Estancia Mendoza Malbec 2016, y el Catena Zapata Malbec 2015. Luego, Sernaqué servirá un Almendrado de pato, y Bruno lo maridará con un Reserva Malbec de Trivento, y un Mariflor Malbec 2014 de Michel Rolland. El estofado de cogote de res tendrá también dos acompañantes, el Malbec Terroir 2014 de Altos Las Hormigas y un Terroir Selection Malbec 2014 de Alta Vista. La cena se cerrará con un Tocino del cielo de quinua y coco y un Vin Doux Naturel 2013, un vino dulce de Mariano Di Paola para la bodega Rutini.

Andrea Bruno es una enamorada del vino y del Perú. Vino a estas tierras hace poco más de 10 años, y se quedó tanto por la labor docente que realiza como por su matrimonio con un peruano. 

Andrea, al inicio, se instaló en Lima, pero luego, en arriesgada decisión, se trasladó a Arequipa, donde se dedica a formar a sommeliers y a educar a las personas en las bondades del vino. Desde allí, desarrolla cursos en todo el sur del Perú (Cusco, Tacna, Moquegua), y se da tiempo también para volver a Lima y dictar clases en el Instituto del Vino y del Pisco (Idvip), de la Universidad San Martín, y otras escuelas vineras limeñas.

Aprovechamos una rápida visita que hizo a Lima para hacerle algunas preguntas.

Andrea, ¿no será muy aburrido tomar solo Malbec en una cena?

Bueno, hemos previsto hasta eso: el espumante de bienvenida y el vino del postre no serán de Malbec. Con los otros ocho vinos, realizaremos ejercicio pedagógico porque mostraremos la diversidad y ductilidad de esta cepa. Nos hemos centrado en Mendoza, para mostrar cómo, en una misma provincia, se elaboran distintos estilos de Malbec… y también diferentes temperaturas de servicio. Con Edu Sernaqué, el chef, venimos trabajando esta cena desde el año pasado. Edu ha investigado mucho sobre las picanterías, y ha aprendido de las mejores cocineras populares arequipeñas, por eso, su propuesta para la cena será netamente arequipeña.

¿Cómo es un buen Malbec?

Siempre tendrá una base de fruto negro: ciruelas, moras y una marcada nota floral. Luego, cada terruño le aportará otras características. Por ejemplo, los vinos que provienen del Valle de Uco son bastante florales: presentan aromas a violeta, a lavanda, etcétera. Yo destacaría la ductilidad del Malbec: de él se pueden hacer vinos espumosos, vinos rosados y tintos; se pueden elaborar vinos jóvenes o con crianza, y es excelente para hacer blends (mezclas) con otras cepas.

Muchos dicen que ya se aburrieron del Malbec…

Eso dicen quienes toman siempre el mismo Malbec o el mismo Cabernet Sauvignon o el mismo Pinot Noir o el mismo Chardonnay. Yo veo un esfuerzo inmenso de parte de los enólogos de sacar, cada día, diferentes expresiones del Malbec. Es una cepa que, como un diamante, tiene diferentes caras. Hoy en Argentina se hacen estupendos vinos de otras cepas como el Cabernet Franc, la Petit Verdot, el Cabernet Sauvignon y más.

Es evidente que hay una predisposición del peruano por el Malbec…

Primero, hay que decir que Argentina y Perú son países que se quieren mucho. Segundo, es innegable la preferencia de los peruanos por los vinos semisecos o dulces, y aunque la Malbec no es una cepa “dulce”, sí produce una sensación muy amable en la boca, una entrada agradable, por lo que resulta ideal para iniciarse en el mundo de los vinos secos. Cuando uno prueba un Malbec tiene la sensación de fruta madura y, si el vino es de Salta, incluso puede presentar notas a mermelada. Hoy, nuestra tarea es mostrar que el Malbec es una cepa que no se agota ni se repite.

Me gusta la idea de descentralizar la celebración principal por el Día Mundial del Malbec y llevarla a Arequipa…

Esta fiesta se celebra en más de 50 países alrededor del mundo. Debemos empezar a ampliar nuestros espacios geográficos, nuestras zonas de celebración y considerar otras ciudades distintas a Lima. Con Arequipa, además, tenemos un plus: su riquísima gastronomía. Nuestro reto ha consistido en encontrar las armonías entre la sazón characata y los vinos argentinos. A nuestro favor ha jugado la ductilidad del Malbec, tanto en calidad como en precio. Buscamos ocasiones nuevas de consumo que nos permitan aprender y abrir nuevas oportunidades de maridaje.

Hay otro tema: el peruano no está acostumbrado a comer con vino…

Es una costumbre que está entrando… y para quedarse. Veo esta tendencia no solo en Lima sino en Arequipa y Cusco, ciudades donde trabajo. Eventos como esta cena son un reflejo de que las cosas están cambiando, sobre todo porque le demostramos al comensal que, con un buen servicio y un buen maridaje, la experiencia se potencia.

DATOS

Malbec World Day

Cena-maridaje a seis tiempos

Chef: Eduardo Sernaqué

Sumiller: Andrea Bruno

Día y lugar: jueves 6 de abril, Hotel Libertador, Arequipa.

Hora: 7:30 p.m.

Reservas e informes: https://libertador.com.pe/MWDPeru2017