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Publicado: 2018-09-28
Hace algunos años, Nicolás Alemán tomó una decisión arriesgada: reunir en un solo espacio a los mejores enólogos de América Latina para que sometiesen a sus vinos a una cata a ciegas con especialistas y enófilos. Luego de la cata, los creadores, en clara vocación pedagógica, hablarían de los vinos catados. Una verdadera lección de vinos. La Premium Tasting ganó renombre y se ramificó por países como Chile, Brasil y, en 2017, llegó al Perú. El evento causó impacto por la calidad de su organización y de los enólogos participantes. Por ello, es digno de celebrar que se organice su segunda edición y que busque institucionalizarse en nuestro país. Va el 9 de octubre en las instalaciones del hotel Country. Para darnos detalles de esta fiesta del buen vino conversamos con Rodrigo Kohn, Head Sommelier de la Premium Tasting. Estamos todos invitados.
- ¿La Premium Tasting ha llegado al Perú para institucionalizarse?
- A Nicolás Alemán, director de la Premium Tasting, al equipo de Joe Quispe (agencia organizadora), y a todos los involucrados en el evento siempre nos encantó la idea de desembarcar en Lima. Hay otras ciudades interesadas en organizarla, pero optamos por Lima por ser un destino maravilloso por su gente, su gastronomía y su cultura. Esperamos que, como ha pasado en otros países, se afiance año a año.
- ¿Qué hace distinto al evento?
- Su formato ‘Wine Education’. La cata es a ciegas, situación que convierte al vino en el verdadero protagonista, pues así se deja en segundo plano el posicionamiento de marca y márketing que cada etiqueta pueda tener. Esto permite que los asistentes se sientan libres de cualquier sugestión o influencia visual, dejando que primen sus sentidos olfativo y gustativo. Además de llevarse gratas sorpresas, resulta muy interesante tener, en cada serie, cinco copas distintas que le permitirán profundizar conceptos y asociar temas como diversidad, regiones, técnicas de elaboración, estilos, climas, tendencias, etcétera.
- ¿Cuán difícil ha sido realizar esta segunda edición?
- Siempre es difícil desarrollar un evento de esta magnitud. Además, nos gusta ponernos la vara cada vez más alta. Apenas terminamos una edición ya empezamos a trabajar la próxima- La logística es complicada y somos muy detallistas y profesionales, pueden dar fe de ello todos los grandes personajes del vino que han participado en la Premium.
- ¿Sientes que la Premium ha logrado transformar la actitud del consumidor frente al vino?
- Después de 15 ediciones (en Argentina, Chile, Brasil y Perú), hemos podido recolectar muchas sensaciones y opiniones de los asistentes a esta fiesta del vino. Muchos coinciden en resaltar su espíritu pedagógico pues los presentadores, enólogos, sumilleres y especialistas tratan de llegar a ellos vinculando sus vivencias con el disfrute y el entendimiento del vino. Premium Tasting genera un efecto multiplicador, pues los asistentes comparten su experiencia con amigos y familiares. Al fin del día, independientemente de las marcas y de las miles de opciones que existen, quien decide qué vinos, qué estilos y qué regiones prefiere es el consumidor.
- ¿Por qué esta vez habrá vino peruano en el evento?
- Entendemos, junto con Nicolás Alemán y los conductores Paz Levinson (sumiller argentina, la mejor de América Latina) y Patricio Tapia (periodista especializado en vino, director de la revista Descorchados), que es importante mostrar vinos peruanos. Esto le otorga un sentido de pertenencia a la gala, pues ustedes, los peruanos y sus productos, son nuestros anfitriones. Además, muchos de los asistentes a la Premium son extranjeros y tienen mucha curiosidad por los vinos que se producen en los lugares donde se desarrolla el evento.
- ¿Cómo ve el presente del vino peruano?
- Muy prometedor y con ansias de que avance casa día más. Su futuro lo veo aún más prometedor. Estoy entusiasmado por ser testigo de este proceso y, espero pronto poder disfrutarlo en una copa.
- ¿Qué gana la Premium Tasting con la presencia de Paz Levinson?
- Solo para quien no la conoce les comparto una breve introducción. Paz Levinson nació en Bariloche, Argentina. Mientras estudiaba Profesorado de Letras, comenzó a trabajar en el servicio de Restó (2003). Después estudió sumillería en CAVE; al terminar se convirtió, durante cinco años, en profesora de la escuela. Se perfeccionó como sumiller en Estados Unidos junto a Rajat Parr; en Inglaterra, junto a Gerard Basset (ASI Mejor Sommlier del Mundo 2010); en Suecia, junto a Rubén Sanz Ramiro en la cava curada por Andreas Larsson, y en Canadá, junto a Veronique Rivest. Es la primera Argentina en haber obtenido el Advanced de la Court de Masters Sommeliers. En 2013 vivió en China, y luego se instaló en París donde trabajó en Le Bristol, Epicure (tres estrellas Michelin) y en el proyecto Virtus, junto a Chiho Kanzaki y Marcelo Di Giacomo. Actualmente, forma parte del panel de cata de Decanter World Wine Awards, donde cata para Argentina. También es la Sommellier Ejecutiva de Groupe PIC, restaurantes en Francia, Suiza y Reino Unido de la multipremiada cocinera Anne-Sophie Pic. Además, quedó cuarta en el último Concurso Mundial de Sumilleres. Creo que su trayectoria justifica plenamente su presencia en el Premium Tasting.
- ¿Cómo son los vinos que se beben hoy en segmentos altos?
- Muy interesantes y muy diversos. Hay quienes destacan más las características varietales, con menor paso por barrica o con unidades de medida de mayor tamaño, consiguiendo vinos más frescos, con una acidez más marcada, además de representar el lugar de dónde provienen. También está creciendo el consumo de blends (mezcla o corte de distintas variedades), con técnicas de cofermentación (se vinifican algunas variedades juntas), que le aportan otras características a los vinos.
- ¿Cómo se ha posicionado, más allá de su presencia en el mercado, el vino latinoamericano de calidad en el Perú?
- Se ha posicionado muy bien gracias a un gran trabajo mancomunado entre los comunicadores de vinos, sumilleres e importadores. También gracias al desarrollo de eventos que comunican el vino de diferente manera y con un formato distinto, algunos más técnicos, otros más lúdicos, otros más sociales. El objetivo grande es mostrar el hermoso abanico de opciones que hoy existe en Latinoamérica cuando hablamos de vino.
- En el Perú, ¿el vino debería estar siempre ligado a la gastronomía?
- Por supuesto, en otros países y culturas se considera al vino como un alimento, lo que permite que se lo pueda comunicar como parte de la gastronomía local. Eso debería suceder en el Perú, porque ya todos conocemos la gran diversidad de productos y la gran calidad gastronómica que tiene su país. En el Perú, es posible hacer de cada maridaje algo único.
- ¿Cómo ven al consumidor de vino peruano?
- Es exigente y entusiasta. Tiene mucha sensibilidad y está abierto a la diversidad pues, en su día a día y por sus hábitos de consumo, tiene un paladar activo y muy desarrollado gracias a pertenecer a una de las gastronomías más diversas del mundo.
- ¿Los jóvenes latinoamericanos están interesándose en el vino o aún es una bebida para personas grandes?
- Esta generación se inclina mucho más por vivir sus propias experiencias, viajando por el mundo sin abrazar una sola marca o estilo de vino; explorando, disfrutando y compartiendo sus vivencias. Es una generación que está naturalmente más informada, que es hábil para encontrar información en cualquier dispositivo móvil y resuelve sus interrogantes de inmediato entrando a la web de la bodega o leyendo comentarios en foros o preguntando en grupos de WhatsApp quién conoce el vino, qué sabe de él, cómo acompañarlo, etcétera.
- ¿Cómo serán los vinos latinoamericanos que se producirán en cinco años?
- Hoy, en el mundo del vino hay mucha madurez, mucho profesionalismo y mucha hermandad. Por eso, creo que el próximo lustro nos encontrará con muy buenos vinos, con enología de precisión y mucha tecnología aplicada a la industria. Esta tecnología nos permitirá, básicamente, anticiparnos, sortear algunos imprevistos climatológicos, y reaccionar enológicamente.
- ¿El vino natural ha venido para quedarse o es una moda?
- Es una opción más y agrega diversidad. El tiempo dirá si fue una moda o no. Un vino natural es un vino puro que proviene enteramente de la uva tal como llegó a la bodega. Durante su elaboración no se le agrega ni quita nada más que la piel de la uva y el escobajo. Además, la idea es no filtrar el vino, razón por la que muchas veces se encuentran sedimentos en el fondo de la copa. El movimiento surgió en Francia e Italia, pero hoy es una tendencia presente en toda Europa. Los vitivinicultores elaboradores de vinos naturales surgen como antítesis de los vinos industriales.
